El sistema auditivo es el primer sentido que desarrolla el feto, a los 4 meses de gestación ya empieza a obtener información y a ser estimulado. Es por eso, que está estrechamente relacionado con el estado de la madre durante el embarazo. Cualquier complicación durante esos meses de desarrollo puede causar alguna alteración, que posteriormente dificulte la entrada de la información recibida a través del sistema auditivo.
El sistema auditivo es el
responsable de mantenernos en equilibrio permitiéndonos así el control de
nuestro cuerpo. Gracias a él desarrollamos el lenguaje y nos proporciona la
energía necesaria para la actividad del cerebro.
Es imprescindible diferenciar la
función entre oír y escuchar. Oír es una acción pasiva y escuchar es una acción
activa en la que se necesita la atención y el desarrollo neurológico adecuado
para poder decodificar el mensaje.
Alfred. A. Tomatis (1920 – 2001),
médico otorrino, investigó el oído y tras varios años desarrolló una nueva
ciencia: la AUDIO-PSICO-FONOLOGÍA, que es el estudio de la relación entre el
oído, la escucha, el lenguaje, la comunicación y la voz. Reeducando nuestra
forma de escuchar, podremos mejorar nuestro aprendizaje, las habilidades del
lenguaje, la atención, la concentración, la comunicación, la creatividad y el
comportamiento.
Una alteración en el sistema
auditivo puede causar trastornos de comportamiento, dislexia, dificultades en
el habla y en la expresión, bajo rendimiento escolar, problemas de coordinación
corporal, alteraciones nerviosas…
Los adultos también pueden
beneficiarse del tratamiento auditivo basado en el Método Tomatis. Con el
tiempo vamos dejando de percibir algunas frecuencias y eso comporta una pérdida
parcial de información. La terapia ayuda a equilibrar el sistema nervioso
proporcionando la energía necesaria y así obtener una mejor percepción
auditiva.
También se utiliza en el aprendizaje de
idiomas. Se trabaja estimulando aquellas frecuencias utilizadas en la lengua
que nos interesa aprender, y así, el oído se acostumbra a ese sonido
facilitando la pronunciación, el aprendizaje y la escucha de éste.
El elemento clave de la terapia
auditiva, según Tomatis, es el Oído Electrónico. El Oído Electrónico simula funciones
básicas del oído humano. Todas las piezas musicales usadas durante la terapia e
incluso la voz materna grabada, pasan por éste.
Del Oído Electrónico salen dos
canales, vía aérea y vía ósea, la música llega al paciente por las dos pero no
al mismo tiempo, hay un intervalo de tiempo entre ellas. Este intervalo hace
que el cerebro se ponga en alerta para recibir el mensaje que va a llegar, y en
eso consiste la estimulación auditiva, en poner en alerta al sistema y así
estar preparado para la recepción de la información.
Este proceso, al estar
estimulando el cerebro, también tiene un efecto activo en las redes neuronales
, proporcionando así una mejora en el procesamiento auditivo.
La terapia auditiva basada en el Método Tomatis, consta de un programa de escucha individualizado dependiendo de las dificultades que presente cada paciente. Se trabaja por sesiones (mínimo 2 días por semana) y la duración dependerá de las necesidades de cada persona.
Se realiza una
primera visita diagnóstico de mínimo 1 hora y media que consta de una
anamnesis, una audiometría al paciente, pruebas de discriminación auditiva y
observación directa.
El siguiente vídeo explica en que consiste la terapia auditiva:
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